Mientras Indonesia se enfrenta a una crisis inmobiliaria y a objetivos climáticos ambiciosos, se promueve la vivienda modular como una solución completa. Pero si bien este método de construcción innovador ofrece beneficios convincentes, sus credenciales ambientales merecen un examen más detenido antes de adoptarlo como una respuesta a nuestros desafíos de vivienda.
La necesidad urgente es clara: Indonesia enfrenta un retraso en materia de vivienda 12,7 millones de unidadesy zonas urbanas como Yakarta y Surabaya sufren una grave escasez. Incluye respuesta del gobierno. Programa tres millones de viviendas Bajo el presidente Prabowo Subianto y el Programa Nacional de Vivienda Asequible (NAHP), cuyo objetivo es proporcionar un millón de viviendas anualmente a familias de bajos ingresos. En este contexto, la vivienda modular, caracterizada por tiempos de construcción más rápidos y menores costos, parece representar una solución prometedora.
Inicialmente diseñadas para un despliegue rápido en áreas de posguerra o una resolución rápida en áreas posteriores a desastres, las viviendas modulares han evolucionado hasta convertirse en un método de construcción altamente adaptable y personalizable. Hoy en día, ofrece viviendas de alta calidad que son flexibles, rápidas de construir y diseñadas para adaptarse a diferentes estilos de vida.
El argumento medioambiental a favor de la vivienda modular es convincente a primera vista. Investigaciones recientes sugieren que estas casas pueden reducir las emisiones de carbono en una pequeña cantidad. 3 por ciento Arriba a 47 por ciento En comparación con los métodos de construcción tradicionales. Esto va bien con Compromiso de Indonesia Según el Acuerdo de París, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 29 por ciento de forma independiente (o hasta un 41 por ciento con apoyo internacional) para 2030. Estas reducciones son posibles gracias a varias características clave:
- Uso eficiente de materiales.
La construcción tradicional a menudo genera un importante desperdicio de materiales residuales. Los trabajadores de la construcción a menudo hacen pedidos excesivos de materiales, lo que genera desechos que a menudo terminan en los vertederos. La construcción modular, por otro lado, reduce el desperdicio al utilizar sólo lo necesario y los materiales sobrantes a menudo se pueden reciclar.
- Cadenas de suministro optimizadas
La producción de viviendas modulares se basa en una fabricación eficiente en fábrica. Al ubicar las instalaciones de fabricación cerca de las fuentes de materias primas, las empresas pueden reducir las distancias que necesitan para transportar materiales, reduciendo su huella de carbono. estudiar Descubrí que este enfoque se ha implementado con éxito en China, donde las fábricas modulares están ubicadas estratégicamente cerca de los centros de distribución de materiales.
- Construcción energéticamente eficiente
Las casas modulares se construyen en un entorno de fábrica controlado, lo que da como resultado una mayor eficiencia energética en comparación con la construcción in situ. Si bien ambos métodos requieren maquinaria que consume energía, las casas modulares se benefician de procesos de producción mejorados, lo que resulta en ahorros de energía y reducción de emisiones.
Pero hay una consideración crucial: estos beneficios dependen en gran medida de factores locales.
Una consideración clave es el nivel de modularidad: la cantidad de construcción que se produce en la fábrica. investigación Explica que los enfoques más avanzados, como las casas modulares volumétricas, que están completamente preconstruidas en fábricas, tienden a tener menores emisiones en comparación con las casas que utilizan componentes parcialmente preensamblados.
Sin embargo, transportar unidades de gran volumen a largas distancias, especialmente en áreas con carreteras inadecuadas o ubicaciones remotas, puede generar emisiones significativas que compensen los ahorros de carbono iniciales. un estudio Señala que los tiempos de entrega y la logística de transporte pueden tener un impacto significativo en la huella de carbono general. En última instancia, la elección entre estos métodos estándar depende de las capacidades logísticas locales y de la accesibilidad del sitio.
Es por eso que las evaluaciones cuidadosas de proyectos específicos son fundamentales para comprender si los métodos de construcción estándar realmente brindarán los beneficios prometidos.
Los ejemplos internacionales proporcionan lecciones valiosas.
La Junta de Desarrollo de Vivienda de Singapur ha integrado con éxito la construcción modular en su programa de vivienda pública, lo que ha permitido reducir el tiempo de construcción. 50 por ciento Manteniendo al mismo tiempo altos estándares ambientales. Asimismo, Japón ha construido una base sólida para la vivienda modular invirtiendo en infraestructura que facilita el transporte eficiente de grandes unidades modulares. En Alemania, el KfW ofrece financiación preferencial para proyectos piloto que cumplan estrictas normas de eficiencia energética, un modelo que los bancos estatales de Indonesia podrían adaptar para estimular la construcción ecológica. Estas prácticas internacionales resaltan cómo se puede diseñar la construcción modular para enfrentar diversos desafíos de vivienda.
A nivel de políticas, el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda de Indonesia ha establecido el marco básico para la construcción sostenible a través del Reglamento Ministerial N° 02/PRT/M/2015, que proporciona un marco para las prácticas de construcción sustentable. Sin embargo, estas regulaciones deben evolucionar para adaptarse a las características únicas de la vivienda modular. Para apoyar mejor a este sector emergente, el gobierno podría ofrecer incentivos específicos a los desarrolladores que implementen tecnologías modulares innovadoras que reduzcan significativamente las emisiones de carbono.
Para aprovechar plenamente el potencial de la vivienda modular, Indonesia necesita un enfoque matizado que tenga en cuenta sus circunstancias únicas. Esto requiere mejorar la cooperación efectiva entre las partes interesadas, abordar los desafíos logísticos y ambientales, mejorar la infraestructura y realizar evaluaciones ambientales integrales. Al adoptar un enfoque coordinado, los formuladores de políticas, los desarrolladores y los reguladores pueden crear una base sólida para soluciones de vivienda innovadoras que sean sostenibles y escalables.
Mientras el país persigue sus ambiciosos objetivos de vivienda y al mismo tiempo busca cumplir sus compromisos climáticos, la construcción modular representa un camino prometedor a seguir. El potencial es claro, pero el éxito dependerá de una planificación cuidadosa, inversiones significativas y un compromiso con el desarrollo sostenible que equilibre las necesidades inmediatas de vivienda con las prioridades ambientales a largo plazo.
Ferhandi Prasetyo es un graduado en ingeniería civil de la Universidad de Diponegoro con especialización en sostenibilidad ambiental. Su experiencia incluye proyectos de infraestructura ferroviaria, carreteras y saneamiento, y reconstrucción posterior a desastres.