Se eliminarán las referencias a cuestiones de peso, género y raza de los textos originales de “Charlie y la fábrica de chocolate” y “Matilda”. Estos cambios no afectan a las versiones francesas de estos clásicos infantiles.
En “Charlie y la fábrica de chocolate”, Roald Dahl describía a los personajes como “diminutos” y “no más altos que mi rodilla”, ahora son sólo “pequeños”. Los presentó como “hombrecitos”, ahora son “personitas”. Y Augustus Gloop ya no será “gordo”, según la descripción del autor de libros que se han convertido en clásicos de la literatura infantil, fallecido en 1990 a los 74 años. Todos estos cambios en los textos originales han sido decididos por la editorial británica Puffin (grupo Penguin Random House), que ha tomado esta decisión para que estos cuentos “sigan siendo disfrutados por todos los niños de hoy”.
Las ediciones francesas no se verán afectadas por el momento, afirma la editorial francesa de Roald Dahl, Gallimard. “Nunca hemos modificado los textos de Roald Dahl, y hasta la fecha no hay planes para hacerlo”, afirma Gallimard Jeunesse.
Así que todo lo que pueda evocar discriminación por razón de sexo, peso, salud mental o color de piel queda descartado. En la versión original de Matilda, la heroína leía a Rudyard Kipling, un hombre, pero ahora pasa las páginas de Jane Austen, una mujer. Una bruja que quería ir de incógnito se convertía en “cajera de supermercado” o mecanografiaba “cartas para un hombre de negocios”, ahora es una “científica de alto nivel o directora de empresa” en 2023. Los “hombres-nube” de James y el melocotón gigante se convierten en “gente-nube”.
Esta reescritura de las novelas de Roald Dahl fue revelada por el diario británico The Telegraph. La revisión del libro se lanzó por iniciativa de sus legítimos propietarios en 2020, antes de que Netflix se hiciera con el catálogo del escritor infantil en 2021. Un portavoz de la empresa que gestiona la obra, Roald Dahl Company, lo justifica y argumenta que “cuando se hacen nuevas impresiones de libros escritos hace años, no es raro revisar el lenguaje utilizado y actualizar otros elementos como la portada y la maquetación”.
“Censura sin sentido”, dice Salman Rushdie
Estas alteraciones de los textos originales de Roald Dahl han provocado fuertes reacciones al otro lado del Canal de la Mancha. “Roald Dahl no era un ángel, esto es censura absurda”, dijo en Twitter el escritor británico Salman Rushdie, icono de la libertad de expresión que fue víctima de un violento atentado hace seis meses. Suzanne Nossel, directora de PEN América, organización que agrupa a 7.000 escritores que defienden la libertad de expresión, afirmó que “la edición selectiva para hacer que las palabras de la literatura se ajusten a sensibilidades particulares podría ser una nueva arma peligrosa”.